Tratamiento del Cáncer de Ovario

Existen diferentes opciones de tratamiento. La estrategia de tratamiento se elegirá dependiendo del tipo de tumor, así como de la etapa en la que se encuentre la enfermedad. Las opciones de tratamiento aprobadas para el cáncer epitelial de ovario son:


Cirugía. Su objetivo es retirar la mayor cantidad de tumor posible, ya sea que se extirpe solamente el ovario y trompa (salpingooferectomía) de uno o ambos lados, o se extirpe trompa y ovario junto con el útero (histerectomía total) o se quiten otras estructuras donde se haya evidenciado la presencia de cáncer.

Quimioterapia. Se refiere al uso de medicamentos que interrumpen la división y crecimiento de células cancerosas. Su uso depende de la etapa de la enfermedad, ya sea que se aplique inicialmente con la intención de reducir el tamaño del tumor para hacer viable su resección (quimioterapia de inducción), o se aplique después de la cirugía para disminuir las probabilidades de su reaparición (quimioterapia adyuvante) o en caso de enfermedad metastásica se aplique desde un inicio para intentar el control de la enfermedad y evitar su propagación a otros sitios.

Terapia dirigida o terapia blanco. Se refiere a tratamientos que combaten y destruyen células malignas que presentan ciertas alteraciones, o al uso de anticuerpos que reconocen sustancias relacionadas con la supervivencia del tumor. Las principales formas de terapia dirigida o blanco son:

  • Anticuerpos monoclonales. Infusión por la vena de medicamentos compuestos por un tipo de anticuerpos (proteínas de defensa) producidos en laboratorio. Estos anticuerpos son creados para unirse a proteínas localizadas en las células cancerosas o a sustancias que ayudan en el crecimiento del tumor. Un ejemplo de este tipo de terapias es el bevacizumab, usado en el tratamiento del cáncer epitelial de ovario que se presenta posterior a ser tratado exitosamente, es decir, que recidivó.
  • Inhibidores de la poli (ADP-ribosa) polimerasa (PARP). Medicamentos que ocasionan daño en la célula cancerosa al impedir la reparación de su material genético o ADN. El olaparib, el rucaparib y el niraparib son inhibidores de PARP que se usan para tratar el cáncer de ovario en etapas avanzadas. Algunos de ellos se pueden utilizar como terapia de mantenimiento, es decir, se continúan tomando con la finalidad de evitar el regreso de la enfermedad.

Se conoce como recurrencia de la enfermedad cuando los tumores se presentan nuevamente después de haber sido tratados exitosamente y considerarse erradicados. El tratamiento de estos casos también conlleva alguno de los tratamientos mencionados previamente o la combinación de ellos. En este contexto se ha usado además inmunoterapia como otra opción de tratamiento.

Debido a que el tratamiento de estas enfermedades es complejo, su atención siempre deberá realizarse por un equipo multidisciplinario formado tanto por médicos especialistas con experiencia en atención de tumores (ginecólogos oncólogos, oncólogos médicos, cirujanos oncólogos), como por otras especialidades de apoyo como nutrición, psicología, entre otras.
Posterior al tratamiento, las pacientes deberán mantener consultas de seguimiento las cuales serán programadas cada determinado tiempo con la finalidad de descartar el regreso de la enfermedad, y de ser así, tratarla oportunamente.

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