En los últimos años se ha registrado que el porcentaje de la población con algún grado de obesidad se ha incrementado. Lo anterior se ha asociado a múltiples problemas de salud tales como hipertensión arterial sistémica, diabetes mellitus tipo 2, síndrome metabólico, padecimientos cardíacos pero también cáncer. La obesidad es un problema de salud que puede ser modificable y el cual de no revertirse, puede reducir la esperanza de vida de la población.
En un período un poco mayor a 20 años, el número de muertes por cánceres relacionados con la obesidad se triplicaron. Lo anterior se obtuvo con base al análisis de la información de más de 33 mil personas obtenida de la base de datos de la CDC en EUA. Al distinguir por características de la población, la gente de origen hispano fue la que presentó el mayor incremento en el transcurso del tiempo.
El incremento en la prevalencia de obesidad y el retraso en la atención médica se han relacionado con el incremento en el número de muertes. La obesidad es una condición que se ha asociado durante años con un incremento en el riesgo de presentar alguno de los principales cánceres que afectan a la población: cáncer de esófago, mama, colon, recto, útero, vesícula biliar, estómago, riñón, hígado, ovarios, páncreas, tiroides, meningioma y mieloma múltiple.
Para revertir esta tendencia se necesitan medidas de prevención, fortalecimiento de los métodos de tamizaje, mejoría de las políticas públicas que incentiven los hábitos de vida y reduzcan la disparidad de acceso a los servicios de salud.