La medicina tiene diversas ramas y una de las más importantes sin duda es la cirugía. Cirugía viene del latín chirurgia, y este del griego kheir, mano y ergía acción, trabajo; por lo tanto, se definiría como una parte de la medicina que tiene por objeto la atención de las enfermedades por medio de operaciones hechas con la mano o con instrumentos como prolongación de aquélla.
La cirugía puede tener diferentes enfoques y técnicas dependiendo del tipo de padecimientos o del tipo de órgano que se esté tratando, es por ello que la cirugía se puede subdividir en múltiples ramificaciones: cirugía vascular, cirugía gastrointestinal, endoscópica, ginecológica, neurocirugía, etc. La cirugía tiene una importante subdivisión en la oncología ya que padecimientos oncológicos o la enfermedades malignas presentan muchas características que demandan que quienes practican la cirugía cuenten con habilidades especiales. Quienes practican la cirugía oncológica pasan por una formación como cirujanos y posteriormente realizarán un entrenamiento en oncología, esto les brinda las herramientas para conocer el particular comportamiento de los diversos tipos de cánceres.
La cirugía tiene por objeto la atención de las enfermedades por medio de operaciones hechas con la mano o con instrumentos como prolongación de aquélla.
La oncología como rama de la medicina nació como una disciplina quirúrgica. Inicialmente los oncólogos fueron cirujanos que se enfocaban en la extirpación de los tumores. Con el desarrollo de otras terapias tales como la radioterapia o las terapias sistémicas tales como la quimioterapia, la cirugía oncológica fue recobrando la necesidad de una mayor especialización para el desarrollo de habilidades que permitieran mejorar los resultados y el pronóstico de los pacientes.
El papel de la cirugía oncológica no sólo se limita a lo terapéutico. Desde que una persona tiene sospecha de una enfermedad maligna, la cirugía encuentra un importante rol como parte del abordaje diagnóstico. Un ejemplo podría ser la extracción de una lesión sospechosa (biopsia excisional) para su posterior análisis por el servicio de patología y con ello confirmar el diagnóstico de cáncer, o también hay casos en los cuales la cirugía tiene fines terapéuticos (extirpación de un tumor), pero que a su vez ayudan a confirmar el diagnóstico y a la vez nos permiten etapificar a la enfermedad (conocer el momento o etapa en la cual se realiza el diagnostico) como lo puede ser en algunos casos de cáncer colorrectal.
La cirugía oncológica puede intervenir desde el proceso de diagnóstico, pero también en el plan de tratamiento incluyendo fines paliativos.
Como hemos mencionado, la cirugía oncológica puede tener diversas intenciones, y tal vez la de mayor atención sea el fin terapéutico o de tratamiento. Un tratamiento quirúrgico tendrá un rol importante en el plan de tratamiento de casi todas las neoplasias. Para conseguir los mejores resultados en el tratamiento de alguno de los diferentes tipos de cáncer se requerirá de una combinación de estrategias que inevitablemente incluyan un procedimiento quirúrgico. Por ejemplo: el tratamiento de un cáncer de mama puede requerir inicialmente de una cirugía y posteriormente una combinación de quimioterapia y radioterapia; o en un caso de un cáncer de colon que esté ocasionando una obstrucción intestinal se necesitará iniciar con la intervención del equipo quirúrgico oncológico y posteriormente con base a los resultados de patología dar un tratamiento complementario sistémico (quimioterapia o inmunoterapia). Son diversos los escenarios y las combinaciones de terapias que se pueden proponer al momento de diseñar un abordaje diagnóstico y un plan de tratamiento, lo anterior también puede considerar un tratamiento con fines paliativos.
En conclusión, la cirugía oncológica es una rama de la medicina que ha desarrollado técnicas especiales para el tratamiento del cáncer. El cirujano oncólogo es un médico especialista con amplia experiencia en cáncer, al igual que los especialistas que conforman un equipo quirúrgico. La cirugía es importante tanto para el diagnóstico y etapificación de una enfermedad oncológica, pero también para su tratamiento.
Bibliografía:
1. D’Allaines, C. Histoire de la Chirurgie. 2e ed. Paris, Presses Universitaires de France, 1967.

